Deberíamos hacer una cruzada contra el abuso y engaño de tantos brujos, quiromantes y echadores de cartas que invaden las televisiones, con la promesa “cándida” de una felicidad irreal. Embaucan a pobres personas que están desesperadas y les sacan el dinero con la vana ilusión de que sus vidas cambiarán a mejor.
Les hacen creer que la felicidad es algo que lo deciden los astros o algún adivino de turno. Prometen que con una sesión de tarot, o de vudú o de magia, y a cambio de unos cuantos euros, conseguirán sus sueños.
Más que un Ministerio de Igualdad, que es inútil total, debería haber un organismo que luchara contra el fraude que realizan todos estos mangantes y cantamañanas. Eso sí que sería un buen servicio público y una eficaz protección de la gente mentalmente más débil, que cae en la tentación de delegar su destino en un brujo avaricioso.
Álex Rosal
Radiado en COPE
Comentar con Facebook